miércoles, 18 de abril de 2012

Un suceso irrepetible que sigue intacto en la memoria

Treinta años después, los hechos del 23-F de 1981 apenas han perdido nitidez en nuestra memoria colectiva. De hecho, son más los españoles que ahora dicen tener un recuerdo muy claro y vivo de la intentona golpista que los que decían eso mismo en 1991, es decir, tan solo diez años después. A la vez, ha aumentado el porcentaje de quienes ya no recuerdan nada de todo aquello. La memoria de estos hechos permanece pues sustancialmente intacta, y lo que resulta particularmente llamativo es el acrecentado interés porque no se desvanezca.
Así, tres de cada cuatro ciudadanos piensan ahora -frente a solo el 48% en 1991- que conviene recordar de vez en cuando el 23-F para asegurarnos de que algo así no vuelva a ocurrir nunca. Y no porque se considere que ese supuesto constituya algo verosímil en la España actual: de forma casi unánime, los españoles ven improbable la reedición de una intentona golpista. La idea extendida de forma generalizada en nuestra sociedad es que ahora las cosas son totalmente diferentes: las Fuerzas Armadas no tienen nada que ver con las de hace 30 años y están plenamente identificadas con la democracia y con la defensa y protección de las libertades.
El 23-F parece así haber quedado fijado en nuestro imaginario colectivo como una experiencia que debe recordarse a modo de perenne antiejemplo, pero cuya repetición en nuestra actual realidad social resulta sencillamente impensable.
Fuente: http://elpais.com/diario/2011/02/23/espana/1298415606_850215.html

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